miércoles, 13 de mayo de 2009

La Fiebre de la Semana: Fútbol



La Fiebre de la Semana tiene un protagonista indiscutible. Ni el debate por el estado de la nación ni hostias. Fútbol, fútbol, fútbol, como decía Manu Chao.

¿A quién le importa la crisis económica, los más de cuatro millones de parados, la estabilidad de la seguridad social, los Salvatruchas, el nuevo lehendakari, el encontrarse con un psicólogo cuyas gafas no cuentan con una cuerdita que deje sus anteojos sujetos en el cuello, el cura de Miami que ama a una mujer por el amor de dios, la decisión de universalizar la píldora del día después?

¿A quién le importa todo eso cuando Athletic Club de Bilbao y FC Barcelona disputan esta noche la final de la copa del rey de fútbol?

Desde luego aquí, en Bizkaia, la fiebre que se ha desatado ha sido muy grande. Calles engalanadas, niños disfrazados, ambiente festivo, charangas y una traca final que comenzará esta noche a las 22:00. Veremos si a los bilbaínos les explota en las manos o sus fuegos de artificio alcanzan la luna (de Valencia, claro)

Por unos días este territorio histórico se ha olvidado de los problemas cotidianos que nos rodean y parece que todos los ciudadanos que en él habitamos hemos de ser arrastrados por la marea rojiblanca. Obviamente, como ven, imposible que la fiebre de la semana sea otra.

Permítanme, en todo caso, que yo no disfrute de estos fastos y que me plante como el típico cascarrabias que aborrece la navidad y que está deseando que acaben ya estos días teñidos de bicolor. Que pase cuanto antes, por favor!!; que las calles recuperen su grisácea y normal existencia, que el metro vuelva a sus horarios normales, que en los bares se oiga hablar de otra cosa y que los niños puedan volver a ponerse las camisetas del Madrid y del Barça que sus chaqueteros padres les regalan cuando estos equipos son los protagonistas.

Esta vomitona les hará suponer que soy un tipo anodino, aburrido y que odia el fútbol. De los dos primeros calificativos entiendo que no soy yo quien lo deba decir y respecto a mi afición al mundo del balompié, afortunada o desgraciadamente, soy un auténtico enfermo de este deporte.

Esta noche, como el 90% de mis paisanos, estaré frente al televisor viendo las jugadas de Toquero, Iraola, Llorente, Messi, Xavi o Eto'o. La diferencia es que, a pesar de que resido en Bizkaia, no siento ningún tipo de sentimiento pasional hacia ninguno de los dos contendientes, lo que me ha llevado a escribir este post y a empatizar con la gente antifutbolera que durante esta semana se habría ido a vivir a cualquier otra parte del globo.

En fin, que gane el mejor. Y no lo duden: si en este partido hubieran estado representados mis colores futboleros, estaría ahora mismo escribiendo una apasionada entrada, describiendo lo mágico que es el fútbol, el sentimiento de unión que provoca en un pueblo, estaría engalanando mi balcón, hablando sin parar de 4-4-doses y cosas así, me habría olvidado del problema de la vivienda, del mileurismo, de Eurovosión, del cartel del Ebrovision, de Ibarretxe (ah no, de ése ya me olvidé), del fallecimiento de un grande...

En fin, todo depende del color con que se pinten los cristales de las gafas.

PS para la reflexión: ¿no les resultará curioso ver cómo se pelearán vascos y catalanes esta noche por estar lo más cerca posbile al Rey de España?

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