sábado, 9 de mayo de 2009

Vergüenza Ajena


Hoy quiero inaugurar una nueva categoría pensada para exponer en ella lo que realmente me sonroja de lo que percibo en mi entorno. Vergüenza Ajena lo vamos a llamar.

Mi amigo Alberto me contaba que tenía un amigo en la Universidad que llegaba a taparse la cara para no ver determinados contenidos de la televisión, para no tener que sonrojarse ante imágenes horripilantes que podían herir su previsible débil sensibilidad.

En homenaje a este muchacho, daré rienda suelta, en determinados posts, a cosas que a mí también me parecen bochornosas, lamentables, penosas... Pero penosas o lamentables desde una especie de paternalismo, paralelamente igual de lamentable.

Por ejemplo, me da mucha pena ver los anuncios de X de Mixta, ver el Saturday Night Live de Cuatro, ver a los hombres del tiempo contemporáneos, ver al calvo (ahora no recuerdo su nombre) de El Hormiguero.

Me tengo que alejar avergonzado como si me hubiese tirado un pedo en un habitáculo cerrado en compañía de mi familia política, cuando veo a la gente joven, veiteañera comprarse televisiones gigantescas para la habitación principal de su casa para poder ver Redes.

Me apena ver a niños y niñas bacaladeros por la calle escuchando atronadores aparatos móviles con música bumping o con Radiohead o los White Stripes o con Los Chichos y Triana, y sacándose fotos delante del espejo en plan malote para el Tuenti.

En fin, supongo que ahora se puede dar un acto de reciprocidad 2.0 (¡¡toma ya!!) y vosotras y vosotros me digáis que este espacio o que el nombre de Bloguercenario o que esta entrada también os da Vergüenza Ajena. Haced como el amigo de mi amigo: echaos las manos al rostro, apagad el monitor y canalizad vuestra frustración (por no poder decirme que lo deje ya... daos cuenta de que nunca aprobaré un comentario de ese tipo) echando un polvo o unas canastas, a elegir.

Hasta otra.

No hay comentarios: