La Fiebre de la Semana: la Porcina

Cienfiebres. Ya lo dije. Prácticamente cada semana me da por una cosa. Luego se me pasa, eso sí.

Esta semana pensé que me iba a dar por Perdidos. Pensé que sería así porque la serie en cuestión me ha enganchado. La labor mercadotécnica de Cuatro, las opiniones de amigos y demás familia y los componentes de culebrón del serial han hecho muy fácil el llegar a dicho estado.

A pesar de ello, supongo que, precisamente, por las expectativas creadas, no me ha parecido la rehostia, al menos los tres primeros episodios. Es más, la impresión con la que me he quedado es con la de una serie con los personajes súper marcados y que propone al espectador una prueba de esas de carácter psicológico que les hacen a los policías, a los jueces y a los tenderos de los chinos, a saber:

"Tienes un accidente de avión y caes a una isla desierta junto con un médico alcohólico, una ex-presidiaria buenorra, un negro con su hijo negro y un perro blanco, un calvo raro con una cicatriz super cool en el ojo, un iraki-islamista la hostia de majo, una embarazada, un cocainómano y un tabacoinómano más agresivo que el anterior sin perica. ¿Cómo se llama la película?".

Pues eso, que ésta iba a ser mi fiebre de la semana hasta que aparecieron los cerdos mexicanos... estooooo... quiero decir, hasta que apareció la Fiebre Porcina surgida, según la OMS, en México y sustituyó a los Perdidos por infectados, confirmados y cuarentenados.

Aunque sólo sea por similitud semántica, sin duda alguna, la fiebre de la semana es para la fiebre porcina y qué mejor que ilustrarla (la fiebre, digo) que leyendo a alguien que trata las cosas de forma seria, sin ambajes, sin retruécanos. Con rigor y severidad, mesura y rectitud. Sin alarmismos. José A. Pérez titulando Vamos a Morir Todos y analizando La (Mi) Fiebre de la Semana.