Objetivo Birmania

Una de las decisiones más esperadas: Myanmar, la antigua Birmania, será el destino del viaje. Y hasta ahí puedo leer.

Me han hablado bien de sus gentes (sobre todo), de sus paisajes, de sus templos, de su artesanía. Me han hablado mal de sus dirigentes, una junta militar dictatorial que desde 1962 ostenta el poder en este país del sudeste asiático.



Este régimen ha supuesto que la influencia exterior en este país sea mínima y que se puedan vivenciar en él tradiciones y costumbres poco arraigadas ya en otros estados de la zona.

Como digo, la población, en su mayoría practicante del budismo, debe ser muy hospitalaria, presta a favorecer a todo aquel que se acerque a ella, dispuesta a dejarse fotografiar y sin que vean al turista, según leo por ahí y según nos cuenta gente que ya ha estado en Myanmar, como un dólar con patas.

Este hecho ha sido el definitorio para decantarnos por este destino y no otro. Al final, el recuerdo que más perdura de los viajes es el del contacto con la gente. Y si aquí se pronostica así de positivo, pues mejor que mejor.

Aquí estaremos, sea como fuere, para contarles la experiencia en aquellas lejanas tierras. Y hasta aquí puedo leer.